lunes, 9 de febrero de 2015

EXPERIENCIAS CREATIVAS EN LA ORIENTACIÓN

EXPERIENCIAS CREATIVAS EN LA ORIENTACIÓN
CREATIVIDAD EN EL AULA.
            “No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden, de confusiones organizadas,
 de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar
Bertolt Brecht

Porque necesitamos una escuela que integre el desarrollo de la creatividad y la
práctica comunitaria como componentes significativos de las respuestas a los
principales problemas que se le presentan en la actualidad.
Debemos recuperar el sentido social de la escuela, reconstruyendo y
re-acreditando colectivamente su función social.
Hoy en día en necesario comprender el entorno social educativo, comenzar a transformar los conocimientos educativos partiendo del aula de clase, ya que es allí donde se inicia todo ese proceso fantástico de creación por parte de los seres humanos. La creatividad, la podemos definir como un proceso de plantear un problema a la mente humana con claridad, por medio de la imaginación, visualizando, suponiendo, meditando o contemplándolo, y partiendo de esta, crear o inventar una idea, un concepto, un esquema nuevo, que supone un estudio, reflexión y una acción a desarrollar. La Creatividad es la capacidad de ver nuevas posibilidades y hacer algo al respecto. Cuando una persona va más allá del análisis de un problema e intenta poner en práctica una solución se produce un cambio. Esto se llama creatividad: ver un problema, tener una idea, hacer algo sobre ella, tener resultados positivos. Los miembros de una organización, sea cual sea sus intereses, tienen que fomentar un proceso que incluya oportunidades para el uso de la imaginación, experimentación y acción.
En los últimos tiempos, ha habido una mayor aceptación de la valoración de la creatividad. Una charla en Tecnología, Entretenimiento, Diseño es una organización sin fines de lucro dedicada a las “Ideas dignas de difundir” (TED), en 2003 pronunciada por Sir Ken Robinson sobre esta cuestión llegó a más de 5 millones de espectadores. En su reflexión, propuso que: “nuestros sistemas escolares actuales reprimen la creatividad y que nuestro modelo actual deja poco espacio para el pensamiento divergente. Gran parte de la responsabilidad de esa falta de creatividad, y por lo tanto de innovación, se encuentra en nuestros sistemas educativos tradicionales”. Estos sistemas educativos se basan en enseñar la respuesta correcta.
Por el contrario, se necesita un modelo de pensamiento más innovador, que potencie los aprendizajes dentro del aula y que este a su vez ayude a profundizar y transformar el sistema educativo convencional que existe en la actualidad.
Por otro lado, Sir Ken Robinson, uno de los mayores expertos internacionales en el desarrollo de la creatividad y la innovación tiene muy claro por qué dejamos de ser creativos al crecer:
“Los niños arriesgan, improvisan, no tienen miedo a equivocarse; y no es que equivocarse sea igual a creatividad, pero sí está claro que no puedes innovar si no estás dispuesto a equivocarte, y los adultos penalizamos el error, lo estigmatizamos en la escuela y en la educación, y así es como los niños se alejan de sus capacidades creativas”.
            Robinson, en sus conferencias explica que todos los sistemas educativos del mundo datan de una realidad del siglo XIX, donde se iba a la escuela para conseguir un trabajo, y se basan en una jerarquía de temas donde las matemáticas, los idiomas o las humanidades tiene más peso que las artes porque el objetivo es llegar a la universidad y preparar profesores universitarios. En una sociedad industrial, formarse quería decir acumular información y conocimiento para luego aplicarlo en el puesto de trabajo. Hoy, en una sociedad donde la información está a golpe de clic, más que acumular conocimientos teóricos se necesita desarrollar habilidades y capacidades para el desempeño profesional. Igualmente, por otro lado sostiene que:
“Los cambios sociales y tecnológicos han modificado el mundo y ahora uno, tras pasar por la universidad, obtiene un título pero no un trabajo, y en el mundo laboral se pide una inteligencia diversa mientras que el sistema educativo merma algunas capacidades: no enseña a bailar igual que enseña matemáticas, no apuesta por la música porque no lo ve como algo de utilidad para un trabajo, y no educa a la totalidad del ser”,
            Esto implica muchas cosas que se han perdido dentro del sistema escolar, ya que la mayoría de las personas en este caso los docentes solo se preocupan por completar el proceso básico de enseñanza-aprendizaje, sin tomar en consideración las diversas formas que presentan los estudiantes al momento de comprender su entorno, y cerrarle una puerta muy valiosa en sus talentos que de una u otra forma podrían contribuir con sus expectativas de vida y especialmente en su carrera futura, sin llegar al fracaso o sumirse dentro de un sistema de competencias que no le permita crecer individualmente.
            Por tal motivo se hace necesario, transformar desde los espacios escolares toda esa dinámica que impera dentro de estas. Es necesario desarrollar nuevas formas de llevar el conocimiento, pero desde una nueva perspectiva creadora donde se pueda fomentar las preguntas curiosas y las respuestas innovadoras, generar un ambiente que potencie el espíritu colaborativo y pensar en la creatividad, en términos de una habilidad a desarrollar, son algunas de las tendencias actuales en educación que buscan promover la creatividad en el aula escolar. Fomentar el intercambio de ideas y premiar aquéllas más innovadoras es una forma de promover la creatividad en el aula, y esta a su vez ayudara en la transformación integral de la escuela, donde los estudiantes encuentren espacios para poder desarrollar todas sus potencialidades, pero que nazcan desde un espíritu creador, donde el docente contribuya de manera eficiente en la promoción de estas habilidades presentes en cada uno de sus estudiantes.
            Para poder potenciar el aula creativa dentro del sistema escolar, se hace necesario platear una serie de alternativas que de una u otra forma pueden incidir directamente en el buen desenvolvimiento de cada docente, que sirva como guía para poder ser asumidas dentro del sistema escolar, como lo es:
Asumir la creatividad como parte del aprendizaje.
Cotidianamente, los docentes deberían dar un lugar de excelencia a la creatividad en el proceso de aprendizaje. Esto se puede lograr, por ejemplo, generando premios para las soluciones más creativas encontradas a diferentes problemas o exponiendo ante toda la clase los puntos de vista diferentes.
Pensar la creatividad como una habilidad.
La creatividad no es una virtud innata, sino una habilidad que puede ser enseñada y desarrollada a lo largo de la vida. El trabajo del educador debería centrarse en encontrar maneras de fomentar su uso.
Crear un entorno que propicie la creatividad.
Para que florezca, el pensamiento creativo tiene que ser compartido en un ambiente social de mutuo apoyo. Se recomienda crear “comunidades,” de estudiantes que fomenten la creatividad para resolver problemas.
Tener en cuenta todos los debates y discusiones.
Es común que los niños formulen preguntas por fuera del tema que se está tratando en clase. Es importante darles tiempo para plantear sus interrogantes y luego responder a cada una de ellas.
Afirmar la libertad de expresión.
El aula debe ser un lugar donde los estudiantes se sientan libres de compartir nuevas ideas. Permite la flexibilidad y crea normas que fomenten enfoques creativos.
Dejar espacio para los errores.
Sir Ken Robinson lo dijo mejor que nadie cuando afirmó: “Si no estás dispuesto a estar equivocado, nunca llegarás a nada original”.
Hacer un espacio para la creatividad.
Un buen recurso puede ser diseñar algún espacio en el aula para fomentar la exploración. Por ejemplo, una mesa para dibujar o un espacio para provocar la dramatización y discusión de ideas.
La creatividad genera auto confianza.
Todos nos apropiamos mejor del aprendizaje que auto cultivamos: los niños no escapan a esta regla. Es recomendable pensar en dinámicas para que generen proyectos propios y luego, exponer los resultados.
Animar la curiosidad de los estudiantes.
Conviene indagar y considerar lo que es importante para los alumnos. Este será un buen punto de partida para impulsar su propio pensamiento.
Comprender que la creatividad es importante para el futuro de los estudiantes en el mercado laboral.
El mercado laboral actual requiere que los trabajadores sean innovadores y creen sus propios puestos de trabajo, por lo que la educación escolares un gran punto de partida para desarrollar tales habilidades.
La creatividad puede ser desarrollada a través del proceso educativo, favoreciendo potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Siguiendo con estas ideas no podría hablar de una educación creativa sin mencionar la importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en el salón de clase.
Deben los profesores saber motivar a sus estudiantes, incitándolos a que éstos den a conocer sus ideas, sus innovaciones, las desarrollen a fin de no quedar anclado en lo tradicional, rutinario de la enseñanza que cada día gracias a la globalización, a la dinámica cambiante de los actuales escenarios demandan nuevas ideas, nuevos estilos de enseñanza y aprendizaje.
Se nos señala, que la concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico social determinado.
La Creatividad nos recuerda, según Betancourt:
“es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive”.
Este concepto, integracionista, plantea una interrelación dialéctica de las dimensiones básicas con que frecuentemente se ha definido la creatividad de manera unilateral: persona, proceso, producto, medio. Este educar en la creatividad implica el amor por el cambio. Es necesario propiciar a través de una atmósfera de libertad psicológica y profundo humanismo que se manifieste la creatividad de los alumnos, al menos en el sentido de ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta. Además, enseñarles a no temer el cambio, sino más bien a poder sentirse a gusto y disfrutar con éste.
Un buen docente, plenamente identificado con su responsabilidad, con ética, debe ser un generador de cambio, propiciar los cambios que permitan a todos los involucrados a identificarse con el alcance, beneficio, que el cambio genera, adaptar la enseñanza a las demandas que los escenarios exigen a fin de mantenerlos activo, propiciar todo aquello que beneficie a todos los que en él están involucrado. No se puede ser pasivo, como ha sido la costumbre en las aulas, más bien figurativos, debemos darle paso a los cambios y a lo que ello nos puede generar.
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que una educación creativa es una educación desarrolladora y auto- realizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos llenan de candados psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
Para finalizar, es necesario que los docentes del presente se comprometan más en hacer uso de la creatividad, proporcionando conocimientos y desarrollando habilidades sobre la creatividad y su proyección en la educación; considerando al docente como profesional de la educación creativo e innovador.

El docente debe confiar en las capacidades potenciales de sus estudiantes. Debe favorecer una enseñanza desarrolladora y colaborativa.

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